El guanaco, un camélido nativo de Sudamérica y protagonista de la imagen de hoy, es conocido por su resistencia y adaptación a las duras condiciones de la región andina y patagónica.
Con una altura de hasta 1,2 metros y un peso de alrededor de 90 kilos, los guanacos poseen un pelaje espeso que los protege del frío extremo, y es utilizado para fabricar tejidos ligeros y cálidos.
Estos animales, considerados antepasados salvajes de las llamas, forman manadas, que se desplazan por vastos paisajes en busca de vegetación escasa.