En el corazón de Tasmania, un estado insular frente a la costa sureste de Australia, se encuentra el Parque Nacional Mount Field, que abarca una superficie de 159 kilómetros cuadrados.

Al recorrer la sinuosa carretera que atraviesa el parque, se descubre una asombrosa variedad de paisajes: desde selvas tropicales templadas hasta páramos alpinos.

Estas vistas cambiantes le han valido el apodo de "el parque de todas las estaciones".