Algunos lugares parecen resistir al paso del tiempo. En Canadá, uno de ellos es el lago Maligne, en el Parque Nacional Jasper, Alberta.
Con 22 kilómetros de longitud, serpentea entre montañas y es el lago natural más grande de las Rocosas Canadienses, un paraje donde imponentes picos, aguas glaciares y un cielo infinito se combinan en perfecta armonía.