Como escribió Shakespeare en su obra Julio César: "Amigos, romanos, compatriotas, prestadme vuestros oídos". Estas célebres palabras resuenan en el corazón de Roma, en el Foro Romano, donde la historia cobra vida.
Este emblemático espacio, rodeado de ruinas y monumentos, fue el centro de la vida pública de la antigua Roma.
Entre sus estructuras más veneradas se encuentra el Templo de Saturno, un símbolo del poder y la riqueza del Imperio, que albergó el tesoro romano.