En el corazón de las Bardenas Reales de Navarra, un paisaje semidesértico único en España, se alza el Castildetierra, la formación rocosa más icónica de la zona.
Su silueta, que recuerda a una torre natural erosionada por el viento y el agua, es un símbolo de este territorio declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.