Los lagos de Covadonga, en pleno corazón de los Picos de Europa, son uno de los paisajes más impresionantes de Asturias.

El Enol y el Ercina, de origen glaciar, ofrecen vistas espectaculares y una conexión única con la naturaleza.

En primavera, el Bricial, un tercer lago, se llena de agua con el deshielo, creando una estampa aún más especial.