En Lüderitz, al sur de Namibia, los flamencos no están de paso: se quedan, firmes… ¡sobre una sola pata!
Estas elegantes aves, las más grandes de su especie, dan un toque rosa a la ventosa costa atlántica.
Alcanzan hasta 1,5 metros de altura y destacan por sus largos picos en forma de cuchara y patas delgadas como zancos.
